¡Oh, Jesús mío!
Vengo ante ti reconociendo tu amor infinito
y que eres la fuente de todo bien.
Te pido que derrames sobre mí,
tu Espíritu Santo y con Él
me regales esperanza, fortaleza, alegría y sabiduría.
Esperanza ante toda desesperanza,
fortaleza para afrontar las dificultades,
alegría para vivir agradecido
y ver lo bueno que me das
y sabiduría para decidir lo correcto.
Dame la felicidad que solo tú sabes dar,
porque prometiste la vida en abundancia
y yo creo en tu promesa.
En medio de cada situación o
circunstancia difícil o dolorosa,
pon tu mano misericordiosa.
Tú que eres la Resurrección y la Vida
te pido por todos mis seres amaos que ya partieron,
porque después de esta vida, sé que
hay una hermosa eternidad a tu lado.
Gracias Jesús por amarme,
que yo también sepa amarte y amar tu voluntad.
Te pido por favor bendíceme y que esta bendición
se extienda a todos mis seres amados.
Amén